Hay espacios habitacionales que miran más allá de la rígida separación entre interior y exterior. Encerrados y protegidos, guardan un perímetro que ofrece calidez e intimidad, tranquilizándonos. Libres y abiertos, nos proyectan hacia la experiencia del mundo, la línea del horizonte y la belleza de la naturaleza. Su duplicidad, además de ambivalencia, desprende un aura de seducción que resuena como una invitación, ya sea para inducir a la contemplación o a la convivialidad y el relax.
En la cultura italiana de la habitabilidad, emblemática en este sentido, algunos de los espacios más evocadores son los que viven y cobran vida en diálogo con el mundo exterior. Pensemos en las verandas, las ogias, los jardines de invierno: orientados hacia el verde y el cielo, resplandecientes y al mismo tiempo encerrados por el límite protector de un muro, estos espacios -que podrían parecer un umbral, pero que en realidad encarnan un lugar ampliado- sintetizan y preservan lo mejor de la vida al aire libre, definiendo un enfoque que continúa a inspirar el diseño de S•CAB.
Dirigiéndose en cambio al mundo de los interiores, S•CAB amplía su propuesta con soluciones que se hacen eco de la sensibilidad con la que solemos amueblar nuestras zonas de recepción más ejemplares. En particular, S•CAB infunde el cuidado de un ambiente íntimo a todos los espacios públicos de hostelería, como hoteles, restaurantes y locales, enriqueciéndolos con una actitud informal y un gusto gráfico que caracterizan al mobiliario contemporáneo.